EL VERSALLES ASTURIANO, EN CUDILLERO

     Nuestro Principado presume de naturaleza, paisaje y gastronomía y además, cuenta con un importante patrimonio histórico artístico, capaz de ofrecer un plan distinto para cada día de verano. Un buen ejemplo es la “Quinta de Selgas”, en el pueblo de El Pito (Cudillero), construida por los hermanos Fortunato y Ezequiel Selgas, quienes conjugaron de forma maestra las que fueron sus dos grandes pasiones: las finanzas y negocios, en el caso de Ezequiel, y el arte, en el caso de Fortunato. El resultado fue un precioso conjunto arquitectónico, artístico y paisajístico, que no sólo engloba la quinta, sino también otras construcciones, como la Iglesia de Jesús Nazareno, la Casa Rectoral, las Escuelas, la Casa Cuartel de la Guardia Civil y las Escuelas, cuyo edificio se conserva en perfecto estado y aún con fines educativos.
     ¿Qué impulsa a dos burgueses enriquecidos, de procedencia rural, a crear este importante conjunto en su pueblo natal, el Pito? A partir de unos terrenos heredados de sus padres, fueron añadiendo otros adquiridos con sus ganancias. Fortunato era además de empresario, historiador, escritor y gran aficionado a la historia del arte. En aquella época, los miembros de esa clase social necesitaban dotar a sus viviendas de un conjunto de obras de arte (escultura, tapices, pintura, orfebrería), que, de alguna manera, “maquillara” su reciente incorporación a la clase alta. Por eso, era frecuente que compraran en subastas especializadas que se celebraban en Madrid, importantes colecciones, parte de las cuales se pueden ver hoy en la exposición permanente del palacio, como este "Retrato de Dama", del siglo XVII.
     Los jardines son impresionantes: el francés, que adorna la entrada principal del edificio, y se caracteriza por un estilo geométrico; el italiano, que cede todo el protagonismo a la fuente central, adornada con preciosos nenúfares y especialmente, el inglés, que brota en un estilo aparentemente libre y desenfadado, incluso apto para nuestras xanas asturianas...
     Especialmente, me ha encantado el museo dedicado al material escolar que se utilizaba en las Escuelas, construidas y patrocinadas por los hermanos. Los viejos mapas del mundo, manuales de gramática, pupitres y útiles de escritura, hacen rememorar a los mayores tiempos que parecen muy lejanos, pero que no lo son tanto. Durante la visita, escuchaba a los abuelos explicar a sus nietos la utilidad y funcionamiento de muchos de los instrumentos, y me parecían momentos muy emotivos y especiales.
     La fundación Selgas Fajalde http://www.selgas-fagalde.com/ es la responsable de velar por todo este patrimonio; en su página se puede encontrar información muy detallada sobre las numerosas obras de arte que se pueden ver. Sobre todo, quisiera destacar la amabilidad y profesionalidad de todos los encargados de la atención al público, que en todo momento se muestran solícitos y encantadores. El espacio lo merece.

Comentarios