LEONOR, 18




Fuente: RTVE

Leonor es princesa de Asturias desde la proclamación de su padre como rey de España, el 19 de junio de 2014. Alcanzando su mayoría de edad, cumple con el mandato constitucional de prestar el juramento a la Constitución de “desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas”.

La Casa Real y medios de comunicación ofrecen cumplida información sobre el valor e importancia del acto, además de otras cuestiones relacionadas con la comunicación y el ceremonial: el protocolo que se sigue, la simbología utilizada, los mensajes que se transmiten a través de los colores, los gestos, las formas. Su padre vivió un acontecimiento similar el 30 de enero de 1986. Un repaso a las imágenes del momento refleja pompa y ceremonia: los hombres vestían de chaqué, las mujeres de vestido largo. Un gran estandarte con el escudo nacional decoraba el estrado instalado en el Congreso de los Diputados, otro con baldaquino cubría la Puerta de los Leones. La Familia Real estaba acompañada de don Juan, que ocupaba un humilde puesto de precedencia, por detrás de las dos infantas.



En la actualidad, los cambios en la imagen han venido acompañados de otros muy intensos en el plano de la comunicación política. La Casa Real ha logrado adaptar sus formas, empatizar con la sociedad, verse reflejada en las mujeres y hombres que poblamos y trabajamos en este país. Se ha conseguido algo muy importante y también muy complicado, teniendo en cuenta las circunstancias: normalizar la existencia de la institución, relajar su relación con el pueblo, que esa legítima disyuntiva entre monarquía y república no se convierta en titulares de prensa o tema de conversación habitual en la calle.

A nadie se le escapa el papel fundamental que juega en ese proceso la Fundación Princesa de Asturias. La ceremonia de entrega de los Premios ha ido ganando peso e importancia año tras año hasta convertirse en el escaparate de los mejores valores que acompañan al ser humano: la cultura, el afán por el saber, la investigación, la concordia, las artes. A la Familia Real y los premiados, se suma el pueblo asturiano como tercer actor principal y juntos crean una obra extraordinaria. 



Y en este marco de imagen y comunicación política, conviene echar la vista atrás. En la tradición histórica, la ceremonia de jura -no de mayoría de edad-, era la más importante de las que protagonizaba el príncipe de Asturias. Esta tenía por objeto reconocer al hijo o hija mayor del rey, como heredero de la Corona, en un acto celebrado ante las Cortes de Castilla reunidas al efecto, en el que se incorporaban elementos que la Crónica de Juan I, en el siglo XIV, nos enumera como “asiento en trono, manto de púrpura, sombrero en la cabeza, vara de oro en la mano, beso de paz y proclamación como Príncipe de Asturias”. La celebración de la mayoría de edad se institucionaliza de manera forzada con Isabel II, pero no arraiga por diversas circunstancias hasta los dos últimos casos de Felipe y Leonor.


                              Enrique IV fue el primer príncipe de Asturias, en 1388

¿Cuál es el papel del Principado de Asturias? El título de príncipe fue, desde sus orígenes en el siglo XIV, un instrumento fundamental en el programa de intensificación del poder real; también tuvo un papel fundamental en la conversión del territorio asturiano en una unidad administrativa libre de injerencias señoriales, a partir del XV. Se fue desarrollando un intenso programa de comunicación política que adquirió su pleno significado en el siglo XIX. A partir del reinado de Isabel II, el aparato político de la Corona supo aprovechar las capacidades propagandísticas que brindaba Asturias. Las instituciones de la región supieron hacer lo mismo, y tanto cuando se producían las visitas regias a nuestro territorio, como con ocasión de acontecimientos importantes producidos en la corte, el Principado reclamó el derecho de sus representantes a ocupar un puesto destacado en la ceremonia.

El martes 31 de octubre, la princesa de Asturias cumple 18 años y jura la Constitución en un acto solemne celebrado en las Cortes, ante los representantes de las principales instituciones, entre los que ocupa un papel destacado el presidente del Principado, Adrián Barbón.

El presidente Adrián Barbón saludando a la reina, princesa de Asturias e infanta. 

Y aprovechando las palabras que Carmen Martín Gaite le dedicó a su padre en 1988 en el teatro Campoamor, deseo a Leonor que “que no pierda la fe en la palabra, ni en la dada ni en la recibida” y sea capaz de actuar con el compromiso que adquiere con este juramento “venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabaje lo que trabajare, murmure quien murmurare… así se hunda el mundo”. Palabras de Santa Teresa.

En//www.casareal.es/ES/Actividades/Paginas/actividades_actividades_detalle.aspx?data=15934 se puede leer una información más detallada. 


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