LA MUJER EMPRENDEDORA EN EL SECTOR TURÍSTICO

Intervención en la mesa redonda "La mujer emprendedora en el sector turístico", celebrada con motivo de la 1ª Jornada "TURISMO A PIE DE CALLE", organizada por un grupo de emprendedores turísticos, en colaboración con la Escuela Universitaria de Turismo de Asturias (Oviedo).










MESA REDONDA: LA MUJER EMPRENDEDORA EN EL SECTOR TURÍSTICO

Buenos días a todos; muchas gracias por invitarme a participar en este evento, organizado por la Escuela en colaboración de un grupo de alumnos y profesionales del turismo; seguro se va a desarrollar con gran éxito y, además, constituye un buen ejemplo de cómo se pueden hacer muchas cosas son disponer de dinero, pero sí de ideas y capacidad de trabajo.

Cuando me invitaron a participar en esta mesa redonda, estuve varios días pensando sobre qué podía hablar, pues realmente, mi ejemplo no es para nada interesante o llamativo; tuve la suerte de que durante esos días, llegó a mi casa un libro editado por el BBVA sobre antiguos exploradores que, incluyendo en su nómina la figura de una mujer, me dio la idea que necesitaba: iba a dedicar mis minutos a recordar la figura de algunas mujeres que fueron importantes para este sector, de forma directa e indirecta, y cuyo ejemplo se puede convertir ahora en una referencia importante.








La exploradora a la que antes aludía era Freya Stark. Evidentemente, no trabajó el sector turístico tal y como lo podemos entender hoy, pero teniendo en cuenta que esta industria abarca no sólo la creación y producción de servicios que ofrecemos al visitante, sino también, todos aquellos que nosotros necesitamos para conocer otros países y culturas, está claro que para que el sector turístico exista en la actualidad, es indispensable que en el pasado otras culturas se hayan abierto a la nuestra.

El explorador era una persona inquieta, valiente, independiente y arriesgada.... y por diversas razones que ahora sería muy largo enumerar, la mayoría de ellos fueron hombres; sin embargo, existen ejemplos muy interesantes, como el de esta exploradora y escritora británica, nacida en París en 1893, y fallecida 100 años después en Asorno (Italia).

Su padre, Robert, era un pintor británico y su madre, Flora, era italiana de ascendencia germano-polaca. Con nueve años leyó “Las mil y un noches”, momento a partir del cual, quedó fascinada por Oriente. Su afición e interés por el estudio le llevó a aprender árabe y persa, que junto a los estudios de Historia y en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos,que desarrolló en Londres en sus años de juventud, le ayudaron a convertirse en una experta en estas culturas.

A su condición de estudiosa y erudita, unió su carácter solidario ( trabajó con la Cruz Roja de Italia) y aventurero: en 1927, embarcó rumbo al exótico Beirut junto con una amiga; viajó por Oriente Medio, buscó y encontró el valle de la secta de los Asesinos y la fortaleza de Alamut (en el actual Irán).

En la II Guerra Mundial trabajó para el Ministerio de Información británico, desarrollando una labor que le valió para recibir, en 1953, la Cruz del Imperio Británico, siendo nombrada Dama en 1972.
Era, como se dice en el libro que tengo en mi casa “una mujer que poseía una delicada salud de hierro”. Fue víctima de un terrible accidente con 13 años y, a lo largo de su vida, sufrió fuertes infecciones como consecuencia del suceso. Estaba, además, enferma de úlcera gástrica y sufría frecuentes recaídas de sus dolencias estomacales. Sin embargo, aprovechaba sus episodios de salud para viajar y, los que la obligaban a estar en cama, para escribir.
Ganó varios premios literiarios y, a los 81 años, atravesó y escaló algunos pasos del Hinmalaya.


 El segundo ejemplo de mujeres emprendedoras en el sector turístico es más cercano en el tiempo y en el espacio; quise dedicar este segundo apartado, a todas aquellas mujeres que dedicaron su vida a la cocina entre fogones, preparando la comida que se ofrecía en aquellos restaurantes pequeños, para cada día, que ofrecían al comensal unos deliciosos menús del día que se cocinaban al estilo casero. Por tanto, enlazo este ejemplo con la hostelería, sector hermano del turístico.


Son múltiples los ejemplos de estas guisanderas...todos conocemos alguna y hemos disfrutado de sus platos; en mi caso, tengo el ejemplo inmediato en mi abuela paterna, que regresó de la emigración a Alemania con mi abuelo, y junto a sus hijos, montó un bar restaurante en el que ella se ocupaba de la cocina; era “cocina casera para los clientes”, que necesita tres ingredientes básicos: productos 100% naturales, cocción en cocina de carbón, y sobre todo, mucho tiempo. Esas mujeres, que fueron nuestras bisabuelas, abuelas y madres, pusieron la base para que hoy podamos hablar con propiedad de esa cocina asturiana tan natural y auténtica, que constituye, junto a la naturaleza, el gran recurso de nuestro producto turístico. Un recurso que es casi imposible de recuperar al 100% a nivel de hostelería, debido a los cambios del mercado, las imposiciones de sanidad, etc.


El tercer ejemplo es casi inmediato en el tiempo... Hace seis años aproximadamente, conocí en una jornada organizada por la Escuela de Emprendedoras de Valnalón, a una de las dos socias fundadoras de “Rusticae”, un club de calidad de hoteles con carácter, que hoy aglutina a más de 200 establecimientos. En ese momento, me llamó poderosamente la atención esta empresa, con un nombre tan latino y una imagen tan moderna.


Rusticae fue creado por dos socias, Isabel Llorens y Carlota Mateos; lo que empezó como un club de calidad, se convirtió en una red que ayuda a comercializar y a posicionar la imagen de pequeños hotelitos con carácter; un club que les asesora para mantener unos parámetros de calidad y les presta un apoyo en la explotación de sus reservas, asesoramiento y formación. Empezaron con una inversión de 6000 euros, seleccionando hoteles pequeños y tranquilos, con una decoración muy cuidada, un servicio profesional a la vez que atento, y en un enclave privilegiado en plena naturaleza y con una gestión familiar.
Hoy en día cuentan con más de 230 hoteles afiliados entre España, Portugal, Marruecos, Argentina y Chile; llevan a cabo proyectos de diversificación con más servicios para los profesionales del sector y en su web (rusticae.es) con reservas on line, ofrecen una boutique de productos asociados a nuestra imagen de exclusividad. Carlota Mateos, en una entrevista concedida a “Infonomía”, destaca que las claves para una iniciativa emprendedora como la de Rustica son:
Tener una buena idea es básico, pero hace falta una rigurosa planificación previa como el estudio de viabilidad o el desarrollo comercial. Luego, los cambios son constantes y hay que saber adaptarse. La otra gran clave es crear un equipo y gestionar su talento, darles confianza para que sean capaces de asumir responsabilidades y tomar decisiones. ¡Ah! Y, por supuesto, que te apasione lo que haces porque, sobre todo al principio, va a absorber todo tu tiempo”
Hemos realizado un recorrido muy somero por tres ejemplos, en el tiempo, de mujeres emprendedoras en el sector turístico; más que utilizar sus ejemplos como referente, creo que es interesante que recordemos cómo cada época tiene sus productos, sus características. La nuestra es difícil, pero no más que las anteriores, por lo que está en nuestra mano, innovar y ofrecer algo interesante.











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